Una mezcla de movimientos sensuales y sexuales con un ritmo pegajoso y, en ocasiones, repetitivo no ha pasado de moda a pesar de estar 20 años en el mercado. El reggaetón sigue siendo escuchado en fiestas, discotecas y hasta en los autos de jóvenes que transitan por las calles con la música a todo volumen.
Pese al debate de su verdadero origen, en portales especializados se publica que este género nació en Panamá y evolucionó en Puerto Rico. Así, en los noventa con canciones como Soy de la calle del puertorriqueño Vico C, el rap y el reggae se fusionaron hasta obtener el nuevo ritmo. El hip hop y otros géneros musicales también se han intercalado en nuevas canciones.
Las letras del reggaetón, en sus inicios, estaban enfocadas a la denuncia social, pero con el tiempo llegaron a obtener un alto contenido de alusiones sexuales. Discretas o no son del agrado de muchos jóvenes que las disfrutan bailando en bares y fiestas. Incluso son uno de los ritmos más pedidos de la noche. Las veces que Jean Pérez, un DJ quiteño, tiene contratos para mezclar en un baile, los jóvenes solicitan que se pongan sets de reggaetón dentro del repertorio.
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